El franquismo fue la dictadura militar que se instauró en España durante casi cuatro décadas, desde el fin de la Guerra Civil en 1939 hasta la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Durante este tiempo, se establecieron varias fases y períodos que marcaron la evolución del régimen:
- La consolidación del régimen (1939-1959): Tras la victoria del bando nacional en la Guerra Civil, Franco se convirtió en el líder indiscutible del país. Durante este periodo se estableció una dictadura militar que se caracterizó por la represión política, la censura y la falta de libertades civiles.
- El desarrollismo (1959-1973): A partir de finales de la década de 1950, se inició un periodo de crecimiento económico conocido como el «milagro español». El régimen promovió una política económica basada en la industrialización y la modernización del país, y se abrieron las puertas al turismo extranjero.
- El final del régimen (1973-1975): En los últimos años del régimen, se produjeron algunos intentos de reforma política, como la aprobación de la Ley de Asociaciones de 1964 o la designación de Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco en 1969. Sin embargo, la oposición política y social se intensificó y se produjeron numerosas protestas y movilizaciones. Tras la muerte de Franco en noviembre de 1975, se inició un proceso de transición a la democracia que culminó con la aprobación de la Constitución de 1978.
¿Cuáles fueron sus apoyos?
El franquismo se apoyó en distintos grupos sociales y políticos que formaron parte del bloque dominante. Entre ellos se encontraban:
- Los militares, que aportaron ideas como el nacionalismo, el anticomunismo, el centralismo y la disciplina.
- La Falange, que perdió su carácter fascista y adoptó ideas como el nacional-sindicalismo, el hipernacionalismo y la exaltación del líder.
- La Iglesia Católica, que sancionó la legitimidad del franquismo y defendió la religión y la moral católicas en su forma más tradicional.
- Los monárquicos, divididos entre los partidarios de la monarquía constitucional y los de la monarquía tradicional, apoyaron a Franco en la guerra civil y abrieron la posibilidad de restaurar la monarquía en la persona de un rey.
- Los tecnócratas, ligados al Opus Dei, se encargaron de la economía del país y consideraban que el desarrollo económico contribuiría a modernizar y legitimar al régimen.
- Los franquistas puros o integrales, que se identificaban por su lealtad inquebrantable al Caudillo. Cada grupo aportó su propia ideología, lo que se conoce como pluralismo limitado, y la preponderancia de cada uno variaba con las circunstancias políticas y la hegemonía de las distintas familias.
Primera etapa:
Entre 1939 y 1945, España vivió una etapa de postguerra tras la finalización de la Guerra Civil española. Durante estos años, el régimen franquista se caracterizó por una represión política y social muy intensa, con el objetivo de eliminar cualquier tipo de oposición y asegurar el control absoluto del Estado.
Además, se llevaron a cabo medidas económicas para intentar sacar al país de la crisis provocada por la guerra, como la implantación del sistema de autarquía, que buscaba la autosuficiencia económica del país mediante el control estatal de la producción y el comercio.
En el plano internacional, España permaneció neutral durante la Segunda Guerra Mundial, pero el régimen mantuvo simpatías hacia las potencias del Eje, especialmente hacia la Alemania nazi y el régimen fascista italiano. A pesar de esto, España no entró en guerra y mantuvo relaciones comerciales y diplomáticas con los países aliados. En 1945, con la derrota de los países del Eje en la Segunda Guerra Mundial, España quedó aislada internacionalmente y su régimen político autoritario no contó con el apoyo de las democracias occidentales.
1945-1960
Nacionalcatolicismo, ya que necesitaba un “lavado de cara” después de la derrota de Alemania e Italia. Para protegerse, hizo algunos cambios al régimen para hacerlo más monárquico y católico, eliminando el poder de Falange. Sin embargo, esto no evitó que España fuera condenada por la ONU y aislada internacionalmente. Durante los años 50, Franco se centró en el anticomunismo y el catolicismo, lo que le ganó el apoyo de Estados Unidos y el Vaticano. Con la firma del Concordato y el Acuerdo hispano-norteamericano, Estados Unidos proporcionó ayuda económica a cambio de bases militares. En 1945, se promulgó la tercera ley fundamental, el Fuero de los Españoles, que intentó presentar a España como una democracia. Sin embargo, los católicos perdieron poder en 1956 debido al estancamiento económico y los enfrentamientos callejeros entre estudiantes y falangistas. Franco remodeló el gobierno y comenzó a apoyarse en católicos del Opus Dei, quienes lideraron el desarrollo económico de los años 60.
El aperturismo
A partir de los años 60, el régimen franquista comenzó a experimentar un proceso de apertura económica y política que se conoce como el «desarrollismo». Este nuevo enfoque económico, liderado por los tecnócratas, buscaba modernizar la economía española y abrir el país al comercio internacional.
En 1969, Juan Carlos de Borbón fue nombrado heredero al trono, saltándose la línea dinástica. Los tecnócratas y los aperturistas del Movimiento Nacional estaban en desacuerdo, y esto se intensificó con el escándalo de corrupción Matesa, que involucraba a los tecnócratas y fue criticado por los aperturistas.
En política exterior, los tecnócratas buscaban acercarse a la Europa comunitaria y a Estados Unidos, y recuperar Gibraltar, pero no lograron algunos objetivos. Además, España aceptó la independencia de Guinea Ecuatorial y la cesión de Ifni a Marruecos en 1968 y 1969, respectivamente, pero intentó retener el Sáhara Occidental.
Esto se acaba: el fin de la dictadura
Entre 1970 y 1975, la avanzada edad de Franco y la presión para liberalizar el régimen causaron inestabilidad política, agravada por el aumento de acciones terroristas y la creciente oposición política y social. Los franquistas estaban divididos entre los partidarios de reformar el régimen y los que querían mantenerlo inalterable. En 1973, el almirante Carrero Blanco, un inmovilista, fue nombrado presidente del gobierno y un atentado de ETA acabó con su vida seis meses después. Fue sustituido por Carlos Arias Navarro, quien promulgó una ley de asociaciones políticas en 1974, pero solo para satisfacer a las distintas tendencias del franquismo. La inestabilidad política aumentó con las protestas ciudadanas y los atentados terroristas, lo que llevó a la aprobación de una nueva ley antiterrorista que incluía la pena de muerte. En 1975, cinco miembros de ETA y del FRAP fueron ejecutados, lo que provocó protestas internacionales y la amenaza de sanciones diplomáticas.
La dictadura portuguesa cayó en 1974, dejando al régimen franquista como un anacronismo en Europa occidental. La crisis económica provocada por la subida de los precios del petróleo en 1973 aumentó la conflictividad laboral y la oposición al régimen.
La salud de Franco se deterioró y su avanzada edad prolongó la crisis final del régimen hasta su muerte en noviembre de 1975. La indecisión del gobierno español en la crisis del Sahara español llevó a la entrega del territorio a Marruecos en noviembre de 1975, incumpliendo los compromisos de independencia prometidos al pueblo Sahara.
¿Cómo nos deja esto?
La dictadura franquista dejó una huella profunda en la historia y en la sociedad españolas, y muchas de sus consecuencias siguen siendo palpables en la actualidad.
Herencia política: la transición a la democracia en España no supuso una ruptura total con el pasado, sino que muchas estructuras y actores políticos del franquismo se mantuvieron en el poder. Esto ha llevado a que aún hoy se hable de la existencia de «herederos» del régimen franquista en la política española.
Violación de derechos humanos: durante la dictadura se produjeron numerosas violaciones de derechos humanos, como detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y persecución de la disidencia política. Muchas de estas violaciones no han sido investigadas ni juzgadas hasta la actualidad.
Centralismo: la dictadura franquista impuso un modelo de Estado altamente centralizado, que ha tenido consecuencias negativas para la descentralización y el reconocimiento de la diversidad cultural y lingüística de España.
Problemas económicos y sociales: aunque la dictadura franquista supuso una época de crecimiento económico, también dejó importantes desigualdades y atrasos en materia social y de derechos laborales que aún perduran en la actualidad.
Entre otros muchos problemas, que aún hoy día, separan a la sociedad española.
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Enlaces de interés
- https://www.profesorfrancisco.es/2018/05/franquismo.html
- https://www.geohprofe.com/ud-15-la-dictadura-franquista-1939-
- https://tipsacademy.es/wp-content/uploads/2021/03/Apuntes-Historia-2-bachillerato-TEMA-10-La-Espana-franquista.pdf
- https://www.sabuco.com/historia/esquemafranquismo.pdf